domingo, 7 de agosto de 2011

El niño mudo o noche de verano lorquiana

En estas noches de verano los grillos son a veces la banda sonora perfecta de una agradable velada. Para otros, como el inolvidable Federico, estos insectos suponen toda una fuente de inspiración como en el poema:


El niño mudo

El niño busca su voz.
(La tenía el rey de los grillos.)
En una gota de agua
buscaba su voz el niño.
No la quiero para hablar
me haré con ella un anillo
que llevará mi silencio
en su dedo pequeñito.

En una gota de agua
buscaba su voz el niño.

(La voz cautiva, a lo lejos
se ponía un traje de grillo.)
 

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